LA BIBLIA. EL NUEVO TESTAMENTO Y LA ESCLAVITUD

Fragmentos del Nuevo Testamento de la Biblia católica. Se ha elegido una traducción al castellano de 1884, por ser de la época de la abolición y ser comprensible al describir los deberes del esclavo, pues versiones más modernas substituyen las palabras siervos y amos por criados o servidores y patronos. En el caso de la Biblia de 1947, de Nacar-Colunga, la más conocida durante el franquismo, resulta a veces tan incomprensible que se ha incluido uno de sus párrafos al final de la Epístola de San Pablo a los Colossenses para que el lector pueda comparar.

EPISTOLA I DE SAN PEDRO
18. Vosotros los siervos estad sumisos con todo temor y respeto á los amos. no tan solo á los buenos y apacibles. sino también á los de recia condición. Pues el mérito está en sufrir uno por respeto á Dios que le ve, penas padecidas injustamente. Porque ¿que alabanzas mereceis, si por vuestras faltas sois castigados de vuestros amos, y lo sufrís? Pero si obrando bien sufrís con paciencia los malos tratamientos; en eso está el mérito para con Dios. Que para esto fuisteis llamados á la dignidad de hijos de Dios: puesto que tambien Christo nuestra cabeza padeció por nosotros, dándoos ejemplo. para que sigais sus pisadas. El cual no cometió pecado alguno, ni se halló dolo en su boca. Quien cuando le maldecian, no retornaba maldiciones; cuando le atormentaban. no prorrumpia en amenazas; antes se ponia en manos de aquel que le sentenciaba injustamente; El es el que llevó la pena de nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero de la cruz: á fin de que nosotros muertos á los pecados, vivamos á la justicia: y él es por cuyas llagas fuisteis vosotros sanados. Porque andabais como ovejas descarriadas, mas ahora os habeis convertido y reunido al pastor. y obispo ó superintendente de vuestras almas.
Asimismo las mujeres sean obedientes á sus maridos: á fin de que con eso si algunos no creen por el medio de la predicacion de la palabra sean ganados sin ella por solo el trato con sus mujeres, Considerando la pureza de la vida que llevan, y el respeto que les tienen. El adorno de las cuales no ha de ser por defuera con los rizos del cabello, ni con diges de oro, ni gala de vestidos.......

En las Biblias católicas figuran comentarios a pie de página. En esta página de esta Biblia de 1884 se deduce de las obligaciones del esclavo una justificación de la monarquía absoluta:
"La verdadera piedad y religion inspiran siempre sumision y obediencia al soberano. La obediencia del vasallo no pende de la conducta de vida ni de la piedad de los soberanos, sino del órden y voluntad de Dios, cuya providencia los ha establecido sobre sus súbditos"

EPÍSTOLA DEL APÓSTOL SAN PABLO Á LOS COLOSSENSES
18. Mujeres. estad sujetas á los maridos, como es debido, en lo que es segun el Señor.
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no las trateis con aspereza.
Hijos. obedeced á vuestros padres en todo: porque esto es agradable al Señor. Padres. no provoqueis á ira ó no irriteis á vuestros hijos con excesiva severidad, para que no se hagan pusilánimes ó apocados.
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos temporales, no sirviéndolos solo mientras tienen la vista sobre vosotros ó solamente cuando os miran, como si no deseaseis mas que complacer á los hombres. sino con sencillez de corazon, y temor de Dios. Todo lo que hagais, hacedlo de buena gana, como quien sirve á Dios. y no á hombres: Sabiendo que recibireis del Señor la herencia del cielo por galardon ó salario pues á Christo nuestro Señor es á quien servís en la persona de vuestros amos: Mas el que obra mal ó injustamente, llevará el pago de su injusticia: por que en Dios no hay acepcion de personas.
Amos, tratad á los siervos segun lo que dictan la justicia y la equidad: sabiendo que tambien vosotros teneis un Amo en el cielo.

La "críptica" traducción de 1947 de Nacar-Colunga, del párrafo sobre los siervos descartó el uso de esta versión. En ella se dice: "Siervos obedeced en todo a vuestros amos según la carne, no sirviendo al ojo, como quien busca agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón por temor del Señor. Todo lo que hagais hacedlo de corazón, como obedeciendo al Señor y no a los hombres, teniendo en cuenta que del Señor recibiréis por recompensa la herencia. Servid pues al Señor Cristo El que obra injustamente, recibirá el pago de su injusticia, pues no hay en El acepción de personas"

EPISTOLA DEL APÓSTOL SAN PABLO Á LOS EPHESIOS
21. Subordinados unos á otros por el Santo temor de Christo.
Las casadas estén sujetas á sus maridos. como al Señor: Por cuanto el hombre es cabeza de la mujer: así como Christo es cabeza de la Iglesia, que es su cuerpo místico: del cual él mismo es Salvador. De donde así como la Iglesia está sujeta á Christo, así las mujeres lo han de estar á sus maridos en todo.

Vosotros. maridos, amad á vuestras mujeres, así como Christo amó á su Iglesia, y se sacrificó por ella. Para santificarla, limpiándola en el bautismo de agua con la palabra de vida, A fin de hacerla comparecer delante de él llena de gloría, sin mácula, ni arruga, ni cosa semejante sino siendo santa é inmaculada. Así tambien los maridos deben amar á sus mujeres como á sus propios cuerpos. Quien ama á su mujer. á sí mismo se ama.
...

Hijos, vosotros obedeced á vuestros padres con la mira puesta en el Señor; porque es esta una cosa justa. Honra á tu padre, y á tu madre, que es el primer mandamiento que va acompañado en recompensa: Para que te vaya bien, y tengas larga vida sobre la tierra.
Y vosotros, padres, no irritéis con excesivo rigor á vuestros hijos: mas educadlos corrigiéndolos, é instruyéndolos según la doctrina de el Señor.
Siervos, obedeced á vuestros señores temporales con temor, y respeto, con sencillo corazón, como á el mismo Christo. No sirviéndolos solamente cuando tienen puesto el ojo sobre vosotros, como si no pensaseis mas que en complacer á los hombres, sino como siervos de Christo, que hacen de corazón la voluntad de Dios que los ha puesto en tal estado. Y servidlos con amor, haciéndoos cargo que servís al Señor, y no á hombres: Estando ciertos de que cada uno de todo el bien que hiciere, recibirá del Señor la paga, ya sea esclabo, ya sea libre.
Y vosotros, amos, haced otro tanto con ellos, excusando las amenazas y castigos: considerando que unos y otros tenéis un mismo Señor allá en los cielos: y que- no hay en él acepción de personas.

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